Hace mucho tiempo atrás, un buen amigo me dijo una sabia frase: "No sólo de internet vive el hombre". Y yo le di la razón mientras íbamos a la tienda por algo de comer. Lo cierto es que es inevitable, luego de navegar tantas horas en internet, que nuestro estómago empiece a crujir de remordimiento, como haciéndonos recordar que no sólo nuestra mente debe ser alimentada, sino también nuestro cuerpo. Sin embargo, hacerlo conlleva tener que alejarse del teclado durante varios minutos que se alargan hasta el infinito. Porque ¿a quién en su sano juicio le gustaría tener entre sus dedos migajas de pan o tallarines enredados entre los botones de su teclado, mientras se actualiza el perfil de Facebook?
La talentosa diseñadora Hella Jongerius (visita su web aquí), quien al parecer también se encontró con el terrible problema de tener que dejar la computadora cada vez que tenía que ir a comer, llegó a la conclusión de que ambas actividades podían realizarse en paralelo sin mayores complicaciones. Y así fue como nació su proyecto llamado: My Soft Office
A pesar de que aún no se trata de un dispositivo completamente funcional, no dudo en que muchos adictos/as a la web como tú o como yo, estaríamos más que felices disfrutando de un teclado como este (si es que algún día llega a convertirse en realidad). Mientras tanto sólo nos queda conformarnos con teclados no tan vanguardistas como estos: Los 10 Mejores Teclados para Computadora.
